Este es un fragmento del interesantísimo libro de
Umberto Eco “Historia de la Fealdad” -Ed. Debolsillo (Barcelona, 2007)-. El
estudio de la diferencia a través del arte nos da una referencia clara de cómo
hemos construido las ideas en torno a la diversidad funcional. El autor nos dice:
“Los monstruos no desaparece con los mirabilia
medievales, sino que regresan con el mundo moderno, aunque lo hacen bajo otra
forma y con otra función. Desde la Edad Media se había discutido acerca de la
diferencia de dos tipos de monstruosidad que, prescindiendo de muchas variantes
terminológicas, podemos caracterizar como portentos y monstruos. Los portentos
eran acontecimientos prodigiosos y sorprendentes pero naturales (como el
nacimiento de niños hermafroditas). Muchos autores intentaro
explicar las causas, aunque resultó difícil no interpretarlos (como habían hecho
los antiguos) como signos premonitorios de algún acontecimiento extraordinario,
y en este sentido sigue siendo célebre el prodigiorum ac ostentorum chronicon
de Conrad Lycosthenes (1557). En cualquier caso, desde los primeros siglos
medievales, se afirmó que los portentos no debían considerarse contra la
naturaleza (como si hubieran escapado al control divino) sino, y esta era la
opinión de Isidoro de Sevilla, contra la naturaleza conocida. En la Antigüedad y
en la Edad Media los monstruos auténticos eran, en cambio, individuos de raza
no humana, nacidos por lo general de padres iguales a ellos, permitidos y
queridos por Dios como signos de su lenguaje alegórico. Ahora bien, a partir
del Renacimiento, con las exploraciones que dan a conocer otros continentes,
habitados sin duda por salvajes y por animales ´extrañísimos´ aunque
perfectamente exportables a las cortes europeas y no por monstruos legendarios
que nunca fueron hallados, el términos ´monstruo´ se utiliza para designar
individuos portentosos, ya sea producto de partos anómalos, ya sea animales
insólitos hallados por exploradores y viajeros."
Foto:Tognina Gonsalvus, pintura de Lavinia Fontana (segunda mitad del siglo XVI).
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