domingo, 8 de enero de 2012

Francisco Giner de los Ríos: El Espíritu de una Revolución


Tras la puesta en marcha del modelo político de Cánovas en 1875 mediante el "Decreto Orovio", se suspendió la libertad de cátedra en España «si se atentaba contra los dogmas de fe», para afianzar un principio integrista que hacía de la nación un proyecto sostenido en la voluntad divina, como defendía Cánovas. Su aplicación apartó a muchos intelectuales de la Universidad, originando la creación de la Institución Libre de Enseñanza, en 1876.
A partir de 1881 empezaron a enseñar en la ILE profesores formados en ella (Manuel Bartolomé Cossío, que sucederá a Giner al frente de la Institución, Ricardo Rubio, Pedro Blanco, Ángel do Rego, José Ontañón, Pedro Jiménez-Landi, etc.), realizando una labor que consolidó el proyecto y aseguró su futuro, de forma que hasta la Guerra Civil de 1936 se convirtió en el centro de toda una época de la cultura española y en cauce para la introducción en España de las más avanzadas teorías pedagógicas y científicas extranjeras.
Asimismo, a través de una red de institutos asociados a la ILE se investigó sobre el pasado español (Ramón Menéndez Pidal), o se puso en contacto a las elites artísticas con las vanguardias europeas (Residencia de Estudiantes) y científicas.
La generación del 27 es, en cierta manera, una emanación de la Institución Libre de Enseñanza, y obra de la ILE fue, sin duda alguna, alcanzar la sintonía cultural y científica con Europa poco antes de que todo este esfuerzo de modernización se viniera abajo con la Guerra Civil Española, durante la cual se confiscaron todos sus bienes y la mayoría de los institucionistas tuvo que marchar al exilio, mientras que los que se quedaron hubieron de enfrentarse a la censura, la persecución solapada o abierta o el ninguneo de su labor, que era considerada antinacional y antihispánica por sus detractores. Fuera, el exilio se dispersó por Europa y sobre todo Hispanoamérica, donde ejerció una labor fecundadora de la vida cultural de esos países.
Aún hoy es ninguneada la labor de este filósofo español por los medios reaccionarios de extrema derecha (que influyen más de lo que pensamos en la política española). Leo en una crítica literaria sobre Giner de los Ríos: “Giner odiaba la España de su tiempo, pues identifica “España” con una actitud reaccionaria y se niega a defender activamente su continuidad. El proyecto de Institución Libre de Enseñanza, su obra principal, está dedicado en muy buena medida a la articulación de ese odio. Hombre con una energía y una constancia admirables, Giner supo plasmar en la realidad una idea que entonces, en el último tercio del siglo XIX, era marginal y excéntrica. La Institución Libre de Enseñanza dio frutos muy valiosos en numerosos campos, como la investigación histórica, la filología e incluso la ciencia."(menos mal que el periodista lo reconoce. Sería muy grave faltar a la verdad) "Pero además de eso, se nutre sin remedio del rencor antiespañol de su fundador.”
Habla de "antiespañol" porque se oponía al liberalismo que desembocaría en el modelo económico en crisis que vivimos. Más adelante se dice:” Otra de las causas de su aborrecimiento se debe a que los españoles de la época habían elegido un proyecto liberal que desembocaba lógicamente en la democracia.”
Luego, ¿Odiaba Giner de los Ríos la democracia (según este medio digital) o quizás recelaba de la mentalidad reaccionaria de los sectores moderados (conservadores) y liberales (capitalistas) que sumían a la población de la época en la pobreza y en una ignorancia galopante?
El miedo (eterno) de cierto sector ideológico es pensar que la ciudadanía sepa que educar supone progresar. El espíritu de la revolución pedagógica de este período histórico no puede ni debe perderse, ni el profesorado debe olvidar la labor que tantos intelectuales aportaron al progreso de una nación.

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